El origen de RESTAURACIONES GARRIDO se remonta a finales del S.XIX, cuando Celedonio Garrido fundó un taller de ebanistería, que con el paso de los años fue evolucionando y tranformándose en un taller de imaginería y escultura religiosa.
De sus seis hijos, tres de ellos formaban el taller ARTES CATÓLICAS, JOSÉ GARRIDO Y HERMANOS, y paralelamente Eliseo Garrido González (Parderrubias, 1884- 1972), el segundo de los hijos de Celedonio y nuestro antepasado más directo, fundó el TALLER DE LA SAGRADA FAMILIA, ELISEO GARRIDO E HIJOS en los años veinte del siglo pasado. Todos ellos eran conocidos como “Os escultores de Parderrubias”, y crearon imágenes y retablos para las iglesias de toda la provincia, a nivel Gallego y para otras zonas del territorio nacional.
En 1933, Eliseo publicitaba su taller en el periódico local “La Región”, adjuntando un listado de obras realizadas por él invitando a sus futuros clientes a visitarlas. La relación de obras era la siguiente: Altar Mayor y lateral de los Franciscanos en la ciudad, Altar Mayor y laterales en A
Mezquita, altares mayores de Piñor, Taboadela, lateral de Velle, retablo Mayor de Morgade, Cortegada, Cerreda, Bobadela, Entrimo, Cantoña. Retablos laterales de San Pedro de Bogo, Villarubín, Mayor de Baños de Bande, Cabaleiros, Tamallancos, Ramoiños, Arnoia, Cualedro, Olás, Xinzo y muchos más.
Años más tarde, Celso Garrido fue heredando la actividad que desarrollaba su padre, con el que se inició en el trabajo de la talla y el policromado, aunque pasó también temporadas en el taller de sus tíos, que habían ido a Barcelona a formarse en “arte religioso” y al poseer un taller más grande y con mayor volumen de encargos le sirvió para completar su aprendizaje. En los años 60 del siglo pasado, Celso se vio obligado a emigrar a Francia, cesando la actividad del taller temporalmente. Allí llegó a decorar una sinagoga en el alto Rin.
A la vuelta, se dedicó a la decoración y pintura de casas, llamando a la nueva empresa CELSO GARRIDO E HIJOS, pero poco después retomó la actividad artística, formando a principios de los años 80 del siglo pasado RESTAURACIONES GARRIDO, en donde trabajó prácticamente hasta su muerte junto a dos de sus hijos, José Luis y Álvaro. En los años 90 José Luis tomó las riendas de la empresa en la que actualmente cuenta con la colaboración de Lucía Garrido, su hija, y cuarta generación de la familia.